lunes, 10 de septiembre de 2012

Lo que queda de mi

Es complicado empezar la temporada, plantear objetivos y cumplir entrenamientos.
Tras un mes de agosto extremadamente calido y el comienzo de las competiciones, puedo estar satisfecho de haber llegado a estos dias con los deberes bien preparados.
Cuando planteamos ir a la maratón de Donosti, me planteé dividir la temporada en dos partes llegando con un pico de forma para estos dias de primeras competiciones, mantener para competir en distancias más cortas y volver a aumentar kilometros e intensidades de trabajo con vistas a los 42...y de momento asi ha sido.
Pero siempre las cosas no funcionan según lo esperado y a pesar de que he estado muy bien durante dos semanas y los resultados así lo demuestran, llevo ya una semana en la que me cuesta levantar cabeza.
La vuelta al horario habitual de trabajo, quizá ha provocado que vaya más cansado de normal...pero a esto también hay que sumarle que mi cabeza está muy ansiosa y todo entrenamiento parece insuficiente.
La semana pasada empezó con muchos kilometros, pero poco a poco me he visto obligado a relajar un poco mi rutina, después de no poder llevar a cabo mi entrenamiento de series del jueves pasado.
La verdad es que mi cuerpo y mi cabeza necesitaban un pequeño descanso...dejar unos dias los entrenamientos quizá no es una de las mejores decisiones...pero me ayudan a relajarme y no pensar...pasear por la montaña y cargar pilas para vover a la carga de cara a los próximos objetivos de final de mes.
Con el tiempo he aprendido a saber gestionar estas situaciones en las que la cabeza te pide entrenar, pero el cuerpo pide una pausa a gritos y el descanso es la solución.
Volver después de la pausa es duro el primer día, pero al día siguiente haces balance y han sido más los beneficios de descansar que los prejuicios y los riesgos que puede suponer hacer caso a la ansiedad.
A veces caemos en el error de seguir entrenando aunque el cuerpo nos pida un descanso y a la larga esto nos puede apartar de nuestro objetivo final. Así que más vale dejar de lado los nervios y no agobiarse, que el camino es largo.
En una preparación todo suma, pero sumar kilometros cuando el cansancio y la fatiga aparece en ocasiones puede provocar que no atendamos a los signos negativos.
Así que después de unos dias de recuperación, cargando pilas, mañana intentaremos volver a la normalidad y seguir sumando poco a poco.

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